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08/08/2022

Por qué los suelos baratos no son buena idea

Ya sea mediante una reforma integral o en una obra nueva, cuando llega el momento de diseñar un espacio, lo primero que deberíamos tener en cuenta es la elección del suelo. La simple elección de un suelo u otro va a hacer que los espacios cambien radicalmente. Aunque el pavimento de una construcción se trata de una parte de esta muy importante, ya que va a afectar visualmente a cómo se perciban el resto de los elementos decorativos. También debemos tener en cuenta, que además de su carácter ornamental en cuanto a lo que diseño se refiere, tiene la cualidad de dotar cada estancia con un carácter sensorial concreto. Visualiza que vamos a estar en continuo contacto con él, al pisarlo constantemente.

La diferencia entre pisar un material u otro va a variar de manera rotunda en la sensación que percibimos de él, desde la calidez del suelo o el tacto, hasta el ruido que haga al pisarlo, cada material ofrecerá unas características distintas.

La variedad de materiales con los que podemos revestir los suelos de nuestros hogares o locales comerciales es muy variada. Pero, en este punto, tú que al igual que nosotros eres un amante declarado de los suelos de madera natural, sabes que no existe belleza más armónica ni momento más placentero que la sensación de llegar a casa y descalzarse sobre la calidez única que confiere un suelo de madera.

Si estás pensando en comprar una nueva vivienda, mudarte, realizar una reforma o montar un negocio, es posible que estés valorando la posibilidad de sustituir el suelo. Es aquí donde surgen los dilemas respecto a cuánto se debería invertir en esta parte concreta del espacio. ¿Vale la pena invertir en un suelo de calidad? ¿Debería escoger la opción más cara o la más barata? ¿Invertir en mejor o peor calidad? Son algunas de las preguntas más comunes que nos suelen surgir a todos alguna vez, pero es necesario que tengas en cuenta una serie de puntos antes de decidir (o no) instalar un suelo barato. 

A veces lo barato sale caro, por eso en el post de hoy, te traemos todas las claves que podrás tener en cuenta para que puedas sacar un buen partido del dinero que inviertas en la instalación o sustitución de tus suelos. Estamos seguros de que nuestros consejos te ayudarán a tomar tus propias decisiones sobre si prefieres gastar tu dinero en suelos baratos o si por el contrario no son buena idea y merece la pena invertir un poco más.

Tipos de suelos baratos que ofrece el mercado

Permiten revestir todos tus pavimentos con una inversión mínima, pero ¿merecen realmente la pena? Para poder dar respuesta a esta pregunta te presentamos los diferentes tipos de suelos baratos que vas a encontrar ahora mismo en el mercado y sus principales características.

Suelos vinílicos

Aunque los orígenes de este tipo de suelos data de los años 50, no es hasta la década de 1970 cuando empiezan a cobrar importancia. Se trata de un tipo de revestimiento plástico que destaca por la gran variedad de diseños que ofrece y por lo fáciles que resultan de instalar. Este tipo de suelos se fabrican a partir del policloruro de vinilo, o PVC. Constan de varias capas cuyo núcleo varía según el fabricante, sobre este se coloca una lámina decorativa de vinilo impreso y dependiendo también del fabricante, una última capa superior protectora y su grosor total oscila entre los 5 y los 7 mm. Si bien históricamente estos suelos han estado asociados a lugares sin excesivo tránsito y que precisaban una limpieza frecuente, como podrían ser escuelas infantiles o laboratorios en los últimos años han comenzado a ganar terreno en reformas debido a su bajo precio en relación con otros materiales y la versatilidad de sus modelos. 

Aunque de primeras pudieran parecer una buena opción para ahorrar a la hora de realizar una obra es importante valorar que cuentan con una serie de desventajas notables como que pueden resultar difíciles de quitar si están pegados, lo cual va a complicar muchísimo una posible reparación si se daña alguna pieza. Se pueden abollar con objetos pesados o incluso perforarse con objetos muy afilados. La luz solar los puede decolorar por lo que no están recomendados para zonas que vayan a estar expuestas al sol continuamente de manera directa y no toleran nada bien el calor, llegando a deformarse ante temperaturas superiores a los 45ºC. Por lo que, en conclusión, podríamos decir que el ahorro que pueda suponer la instalación de estos suelos se va a ver empañada por todos los cuidados que requieren. 

Linóleo

Los suelos de linóleo son otra de las opciones de suelos de imitación de bajo coste que podemos encontrar en el mercado con mayor frecuencia. Este tipo de suelos se elaboran a partir de aceite de lino o linaza como materia prima, para la obtención del producto final estos aceites se mezclan con otros materiales como corcho, serrín o piedra y luego se colocan sobre un tejido de lona o yute.

Las diferentes tonalidades que ofrecen estos suelos se obtienen mediante la agregación de diferentes pigmentos a la mezcla, lo cual ofrece múltiples variedades de diseños y colores.

Como anécdota, este material tan curioso fue descubierto por casualidad a mediados del siglo XIX por un artesano que observó como cuando el aceite de linaza se secaba en los bordes de la superficie en la que se encontraba este formaba una película resistente y flexible.

Durante años estos suelos llegaron a ser especialmente aceptados en países como Estados Unidos o Inglaterra, hasta que la llegada de los suelos de vinilo hacia los años 50 hizo que su popularidad se redujera. Sin embargo, en la última década la creciente concienciación por parte de la población hacia el medio ambiente los ha llevado a recuperar estatus por encima de su rival debido a su origen natural frente al de los suelos obtenidos a partir de PVC.

Aunque debido al origen de su materia prima los suelos de linóleo se tratan de pavimentos mucho más respetuosos con el medio ambiente frente a los suelos vinílicos, sí mantienen la mayoría de los hándicaps de estos puesto que también se dañan con facilidad ante objetos punzantes o grandes pesos, no soportan bien la incidencia directa de los rayos solares, las temperaturas elevadas pueden dañar su composición llegando a deformarlos y para poder conservar sus propiedades y condiciones originales exigen mantenimiento anual. Para que no se deterioren tendrás que pulirlos y sellarlos al menos una vez al año.

Además, debemos tener en cuenta que este tipo de suelos acumulan humedad del subsuelo por lo que no pueden instalarse sobre cualquier superficie, por ejemplo, se desaconseja su uso directamente sobre cemento.

Suelos de corcho

Por último, dentro de las opciones inicialmente más económicas del mercado nos encontramos con los suelos de corcho. 

Su fabricación es similar a la de los suelos laminados y resulta común encontrar pavimentos de corcho configurados mediante una capa superior de este material colocada sobre una base de MDF

Como norma general estos suelos vienen ya con un tratamiento de sellado aplicado de fábrica. Sin embargo, es recomendable renovarlo cada pocos años para evitar la aparición de manchas o humedades debido a la naturaleza porosa del corcho. Por lo tanto, deberás tener en cuenta que cada poco tiempo será necesario renovar su acabado. 

Dentro de sus diseños podemos encontrar diferentes acabados, formatos y tamaños, pero siempre bajo la característica apariencia de los patrones de grano irregulares que presenta por naturaleza este material, por lo que las opciones que ofrece, aunque existen resultan muy limitadas. De gustos no está nada escrito y si bien su diseño desigual y aleatorio puede resultar atractivo para mucha gente, no resultará del agrado de otra tanta.

Al igual que los dos anteriores, los suelos de corcho no responden bien ante la incidencia continua de la luz solar por lo que no están recomendados para zonas de mucha solera.

Cuando calidad y diseño se aúnan, surge el mejor suelo para todos tus espacios

Como hemos visto ahorrar en el momento de instalación de tus suelos puede hacer que salgan caros a largo plazo. El suelo es el lienzo sobre el que comenzar a diseñar todos tus espacios, por ello, ¿no crees que merece la pena invertir en un elemento que va a resultar decisivo en la percepción que tengas de cada estancia y con el que vas a estar siempre en continuo contacto?

En Survara todos nuestros suelos ofrecen las mejores cualidades de la madera natural a un precio muy competitivo, porque si al final lo barato sale caro, la opción más inteligente es invertir en un suelo que te acompañará a lo largo de muchas aventuras.

Las mejores prestaciones a un precio muy ajustado

Estas son algunas de las ventajas que podrás obtener al optar por un suelo de nuestras colecciones.

Durabilidad. Nuestra materia prima es la madera natural, por si fuera poco, la hemos reforzado con una base HDF que garantiza una excelente durabilidad y gran vida útil a todos nuestros suelos.

Fáciles de instalar. Los suelos de madera natural de Survara son extremadamente sencillos de colocar por lo que podrás realizar su instalación tú mismo en la comodidad de tu hogar o local comercial y sin la necesidad de material profesional. Todos nuestros suelos cuentan con un sistema patentado mediante anclajes macho-hembra que hacen de su instalación un proceso más sencillo imposible

Fáciles de limpiar. Su mantenimiento también es muy sencillo, siguiendo unas mínimas pautas de cuidado y limpieza disfrutarás de un suelo igual de bonito que el primer día a lo largo de los años.

Calidez garantizada. La sensación de pisar un suelo de madera natural es inigualable, pero por si esto fuera poco, nuestros suelos son compatibles con los suelos radiantes.

Opciones de diseño. Apostando por un suelo de madera natural tendrás una superficie única puesto que no existen dos lamas iguales, de la misma manera que no hay dos árboles iguales. Sus diseños son inimitables, puesto que resultan infinitos. En nuestro catálogo contamos con suelos de diferentes estilos y diseños, capaces de adaptarse a todos los gustos.